Homenaje y despedida al Doctor Guillermo Palau
      Desde FAARDIT  queremos recordar al Dr. Palau a través de las palabras del Dr. Rubén González Villaveirán. El día en que  fue nombrado Maestro de la Radiología Argentina entendiendo que la mejor manera  de recordar su legado es a través de sus amigos y discípulos. 
      
      Al maestro con cariño:
              Quiero agradecer a Dios la  oportunidad de poder entregar este merecido reconocimiento al Dr. Guillermo  Palau, quien es la persona que más me ha enseñado en mi carrera.
              Voy a contar como lo conocí al Dr.  Palau. Luego de que yo había conocido al Maestro de los Maestros de la  Radiología que está acá presente, el Dr. Mario Martella, durante mi actividad  en la Unidad Docente Modelo del Hospital Rawson, fui para empezar mi carrera en  radiología. El primer lunes de febrero de 1975 me recibió esa mañana y me dijo  dos cosas, una que si estaba seguro de hacer radiología, porque los equipos  eran muy caros y la otra que la persona que más podía enseñar era un Dr. petiso  que estaba abajo haciendo radioscopía que se llama Dr. Palau. Así bajé, estaba  la luz apagada y luego de terminar el estudio, al prender la luz el Dr. Palau  me preguntó quien era y me dijo: "Bueno ponete acá atrás mío, quédate ahí  y no hables con los pacientes" así empezó una fructuosa relación que hace  hoy 20 años que vengo disfrutando.
              El Dr. Palau empieza en clínica  gastroenterológica y de ahí siguiendo los consejos del Dr. Rubio, para  perfeccionar sus conocimientos es que decide introducirse en la radiología  digestiva. Nos toca hoy, gracias a Dios, otorgarle este reconocimiento por su  desempeño dentro de la radiología digestiva, siendo este el primer ejemplo de  una coherencia a lo largo de toda su carrera profesional.
              Como profesional siempre tuvo una  dedicación exagerada a sus pacientes, llegando en alguno de ellos a traspasar  el límite técnico-profesional para adentrarse en sus problemas espirituales.
              Siempre tiene la inquietud de  profundizar sus conocimientos y siempre nos enseñó a correlacionar primero la  clínica con la anatomía patológica y ahora desde las imágenes, la radiología  con la endoscopía y la anatomía patológica. Es así que algunos amigos  endoscopistas en forma cariñosa lo cargan llamándolo histo-radiólogo.
              Además es poseedor de un fuego  interior para superarse que le permitió aprovechar los consejos del Dr. Rubio y  las enseñanzas del Dr. Maruyama en la Argentina en las conferencias que dio en  1972, en el consultorio de otros de los Maestros de la Radiología Digestiva  Argentina que esta aquí presente, que es el Dr. D’Alotto. En él prendió esa  llama y supo desarrollar esta tarea gigante en la Radiología Digestiva  Argentina.
              En la carrera como profesional, que  todos conocemos, al desarrollar especialmente el doble contraste le aconteció  lo que a otros pioneros: sus pares primero no le creían, algunos lo  discutieron, luego pensaron que tal vez tuviera razón y finalmente terminaron  reconociéndolo y siendo admirado por muchos. Su temple Dr. Palau, su  perseverancia y su confianza en sí mismo le sirvieron en las primeras etapas y  la humildad siempre en la última etapa para mantener encendida esa llama  interior que hoy disfrutamos los que estamos con él al verlo seguir gozando de  descubrir una úlcera, un pólipo o una gastritis erosiva.
              Pero ser un buen profesional no  alcanza para ser maestro.
              ¿Por qué entonces le entregamos el  título de Maestro?
              Maestro es el que tiene maestría y  maestría es el que posee arte y destreza en enseñar.
              El enseñar en un Maestro va  indisolublemente ligado a su resultado que son la cantidad de discípulos que usted  tiene y que muchos de ellos estamos aquí hoy para agradecerle.
              Por otro lado maestro es el que  siendo práctico en una tarea desarrolla una obra excelente y de relevante  mérito entre los de su clase. Por eso este, es mi querido Dr. Palau, un  merecido reconocimiento que Ud. recibe de sus pares.
              Yo destacaría de todas sus  condiciones, especialmente tres: primero siempre actuó como pensó. Es decir  predica no sólo con la palabra sino con el ejemplo. A Ud. le cabe el aforismo  "Las Palabras Convencen los Ejemplos Arrastran", por eso ha dejado  innumerable cantidad de discípulos a lo largo y a lo ancho de todo el país.  Segundo fue fiel a su escala de valores, primero Dios, luego los hombres y por  último las cosas. Y tercero y último supo mantener ese perfecto equilibrio tan  difícil de ver hoy en día entre el médico y el hombre, pues siendo un  profesional brillante nunca descuidó ni a su maravillosa familia que siempre lo  apoyó y merecen gran parte de este reconocimiento ni sus condiciones  espirituales dedicando tiempo como ministro de la eucaristía a quien lo  necesite, aún a veces restándole tiempo a su familia y a su profesión.
              No en vano querido  "Doqui", porque yo le he puesto cariñosamente este apodo, es  convocado para todos los comités de ética en los lugares donde se desempeña:  nuestra Sociedad el Sanatorio Mater Dei, etc.
              Entonces "Doqui" como verá  no le estamos entregando este premio por la edad sino que es el sincero  reconocimiento de sus pares a un verdadero Maestro de quien supo seguir en la  vida la ley natural: primero trabajar la tierra, luego sembrar, para recién  entonces poder cosechar.
              Ud. "Doqui" hoy cosecha lo  que sembró durante toda su vida, por eso es un honor para nosotros entregarle  esta distinción como Maestro de la Radiología Argentina.
       
      Nota realizada por el Dr. Rubén  González Villaveirán y publicada en el Boletín IMAGEN Nª 45 pág. 6.